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La Génesis según el Espiritismo

  • Foto del escritor: Visión Espírita
    Visión Espírita
  • 21 jun
  • 4 Min. de lectura

Cap. XII - Parte I - Los seis días

Vera Lucia Dalessio


El día primero - En el principio creó Dios los cielos y la tierra, que estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas; y dijo Dios: “Sea la luz” y fue la luz, y separó Dios la luz de las tinieblas, y llamó Dios a la luz Día a las tinieblas llamó Noche.


El día segundo - Dijo Dios: “Haya expansión em medio de las aguas que están debajo de la expansión y de las aguas que están sobre la expansión. Y fue así, y llamó Dios a la expansión del Cielo.


El día tercero - Dijo también Dios: “Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco”, al que llamó Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Y dijo: “Produzca la tierra hierba verde, que dé semilla según su naturaleza, y árbol que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la Tierra.”


El día cuarto - Dijo Dios luego: “Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra”, e hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas, y las puso en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas.


El día quinto - Dijo Dios: “Produzcan las aguas seres vivientes y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos”. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Dios los bendijo diciendo: “Fructificad y multiplicaos”.


El día sexto - Luego dijo Dios: “Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie”. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra, según su especie. Entonces dijo Dios: “Hagamos el hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Y creó Dios al hombre a su imagen; varón y hembra los creó. 


Entonces, Jehová Dios formó el hombre del polvo de la tierra. Y soplo en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y los bendijo Dios diciendo: “Fructificad y multiplicaos. Llenad la tierra”.


El día séptimo - Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados; el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos.


Después de los desarrollos contenidos en los capítulos precedentes, sobre el origen y constitución del Universo, era de utilidad transcribir, en síntesis, el texto mismo del Génesis de Moisés, para que todos pudiesen comparar y juzgar con conocimiento de causa. Algunas explicaciones complementarias bastarán para comprender los versículos que necesitan esclarecimientos especiales. 


En ciertos puntos, hay una concordancia notable entre el Génesis de Moisés y la doctrina científica. Sería errado creer que los seis días de veinticuatro horas de la Creación corresponderían a los seis períodos indeterminados, para encontrar una analogía absoluta entre ambos, una vez que el número de seis períodos geológicos es arbitrario (se conocen más de veinticinco formaciones bien caracterizadas).


Ese número sólo marca las grandes fases generales. Al principio fue adoptado para concordar en la medida de lo posible, con el texto bíblico, pues se consideraba necesario controlar la evolución de la ciencia con la Biblia. Hoy, es la ciencia la que controla a la Biblia.



Para penetrar en el cuadro del génesis del mundo, es preciso agregar unos seis períodos de transformación de la Tierra y hacer un paralelo con los seis días de la creación.


Son ellos: 


I. Período Astronómico

PRIMER DIA - El cielo y la Tierra. La Luz.

Aglomeración de la materia cósmica en un punto del espacio, que dio origen a las estrellas, al Sol, a la Tierra, a la Luna y todos los planetas. 


II. Período Primario

SEGUNDO DIA - El firmamento.

Endurecimiento de la superficie de la Tierra por enfriamiento; formación de las capas graníticas. Ausencia absoluta de vida orgánica. 


III. Período de Transición

TERCER DIA – El elemento árido.

La Tierra, los mares y las plantas). Las aguas cubren toda la superficie del globo. El Sol comienza a atravesar la atmósfera brumosa. Primeros seres rudimentarios. Vegetación colosal y primeros animales marinos. 


IV. Período Secundario 

CUARTO DIA - El Sol, la Luna y las estrellas.

Superficie de la Tierra poco accidentada; temperatura menos cálida; atmosfera más pura. Vegetación menos opulenta, los primeros árboles; peces, cetáceos, moluscos, grandes reptiles acuáticos y anfibios.


V. Período Terciario

QUINTO DIA - Los peces y los pájaros.

Grandes levantamientos de la corteza sólida; formación de los continentes; formación de los mares. Atmósfera purificada. Animales terrestres gigantescos; vegetales y animales actuales; pájaros.


DILÚVIO UNIVERSAL

Todos los geólogos no consideran al periodo diluviano como un período aparte, sino como un hecho transitorio y pasajero, que no varió en forma notable el estado climático del globo, ni marcó grandes diferencias animales o vegetales.


VI. Período cuaternário o Posdiluviano 

SEXTO DIA - Los animales terrestres. El Hombre.

Terrenos de aluvión. Vegetales y animales actuales. El Hombre.


Lo primero que observamos al estudiar este cuadro comparativo es que la obra cumplida en cada uno de los seis días no corresponde, precisamente, como muchos creen, a cada uno de los seis periodos geológicos.


La concordancia mayor está dada en la sucesión de los seres orgánicos, que es casi idéntica, y en la aparición del hombre en último término, hecho éste de capital importancia. 

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