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Entrevista

  • Foto del escritor: Visión Espírita
    Visión Espírita
  • 5 oct
  • 3 Min. de lectura

Experiencia mediúmnica

Bettina Firenze

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Mi nombre es Bettina Firenze.


Nací en El Cairo, Egipto, y vivo en Brasil desde 1958.


Tengo 89 años. Soy espiritista y fundé una Casa Espírita, la cual dirigí durante 47 años.


A causa de una enfermedad que hoy me mantiene alejada de mis actividades, lo único que puedo hacer es leer artículos y compartir mi experiencia con quienes deseen conocer un poco más sobre la doctrina espírita.


Desde muy temprana edad —que yo recuerde— mi mediumnidad me causó mucha incomodidad.


Soy vidente, y siempre he visto espíritus a mi alrededor. Solía llamar a las entidades que me perseguían, tanto a mí como a mis padres. En cierto momento, me llevaron a un psiquiatra y a varios profesionales de la medicina para tratar de entender de dónde provenían esas imágenes y figuras, qué tipo de alteración mental podría estar originando esos fenómenos. En aquella época, y en Egipto —el país donde vivía—, no se sabía nada sobre espiritismo, y se asumía que lo mío era “cosa del demonio”.


Foto: Bettina y el equipo de estudiantes de la Mediumindad de CEADS, 2016.
Foto: Bettina y el equipo de estudiantes de la Mediumindad de CEADS, 2016.

Soy judía de nacimiento, aunque no practicante. Esa era también la creencia de mis padres. Cuando uno nace dentro de una familia, no se pregunta por qué somos judíos, o por qué somos católicos, o por qué creemos en Dios. Simplemente seguimos lo que nos enseñan, y así, de generación en generación, se repiten las creencias hasta que se pierde el verdadero sentido entre las explicaciones y su aplicación.


Así fui creciendo, sin tener una respuesta real a lo que me ocurría, y sin estar de acuerdo con lo que se decía de mis experiencias.


Fue en Brasil donde descubrí verdaderamente el Espiritismo. En esa intensa búsqueda por comprender mi mediumnidad, me encontré y me sumergí profundamente en la Doctrina Espírita.


Tengo experiencias mediúmnicas desde que nací, y hoy me resultan tan naturales que ni siquiera pido permiso para pasar entre las entidades que me rodean, aunque hay una que es realmente especial.


Recuerdo cuando ingresé en la Doctrina Espírita con el deseo de profundizar intelectualmente, de estudiar y usar mi mediumnidad con el propósito verdadero para el que debía estar destinada. De repente, comencé a sentir el deseo de pintar. Nunca en mi vida había pintado. Empecé a comprar lienzos y pinturas, y comencé a hacerlo mediúmnicamente.


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Un día pinté un cuadro con una canasta de rosas, y se lo mostré a mi coordinador, quien me dijo:

—“Estás lista para trabajar.”


Así fue como comenzó todo, y lo que finalmente me llevó a fundar la Casa Espírita.




Fue entonces cuando la hermana Rosa, mi mentora espiritual, se presentó y me habló de la misión que tenía: fundar una Casa Espírita, misión que seguí con total dedicación.


Entre mis recuerdos, este es quizás el más interesante y sublime que he vivido: cuando recibí la orden del Alto para fundar la Casa Espírita.


La Doctrina Espírita tiene como objetivo ayudarnos a evolucionar a través de sus enseñanzas. Se apoya en cinco pilares fundamentales:

  1. La existencia de Dios

  2. La inmortalidad del alma

  3. La comunicabilidad de los espíritus

  4. La pluralidad de las existencias

  5. La pluralidad de los mundos habitados


Estos son los principios sobre los cuales basamos nuestra existencia terrena, y conforman un conjunto de conocimientos que buscan hacernos mejores personas, a través del amor y del cambio vibracional del ser.


Sobre la base de estos pilares, y a lo largo de mi trayectoria en el estudio del Espiritismo, pude desarrollarme y dirigir la Casa que fundé.


En la próxima edición de la revista hablaremos sobre: “¿Qué es Dios?”


Y un mensaje final de nuestra amiga Bettina:

“Si les gustó y quieren darle ocupación a una anciana de 89 años, les agradezco mucho la oportunidad que me están dando. Un beso en el corazón de todos. Que Dios los bendiga.”

Nota editorial: Dña. Bettina, un honor tenerle como miembro de nuestra revista digital.

¡Gracias por compartir su experiencia y ayudar a CEADS en su desarrollo mediúmnico!


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