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Ciencia & Salud

Cómo el ejercicio físico puede mejorar nuestra experiencia como Espíritus

 

Romina Romero



Hoy en día el culto por el cuerpo nos lleva a respuestas extremas, a la necesidad externa por mantener un cuerpo joven “eterno”. Claramente, esto no es posible porque como sabemos, lo único Eterno es el Espíritu. La obsesión por el cuerpo ideal en una sociedad que aún está en proceso de evolución, que aún se mantiene apegada a la materia, actúa como un factor predisponente más para patologías alimentarias, desarrollo de dismorfias, vigorexia, etc. 

Pero, por otro lado, los beneficios del ejercicio físico se han visto reflejado en diferentes situaciones patológicas, como son procesos oncológicos, tratamientos de adicciones, recuperación tras episodios cardiovasculares, etc. 


En los procesos oncológicos, se vio el efecto del ejercicio aeróbico y de resistencia en el dolor relacionado con el cáncer y en los supervivientes, valorándose el cambio en la intensidad, obteniéndose un efecto moderado para las mejoras en la función física, la fatiga y los síntomas psicológicos (1). Otro meta-análisis tuvo como objetivo identificar los efectos del ejercicio físico en pacientes con cáncer de mama y los supervivientes, observándose que el ejercicio evitaba el deterioro en la aptitud cardiovascular, la fuerza, la fatiga y la calidad de vida (2).  


Se demostró que los ejercicios realizados en el hogar, también tuvieron impacto en pacientes en tratamiento activo contra algún cáncer, valorándose ensayos aleatorizados, en su mayoría con pacientes con cáncer de mama, las cuales realizaban caminatas, mejorando las pruebas de caminatas de 6 minutos en este tipo de pacientes (3).  


En los tratamientos para las adicciones, el efecto beneficioso de realizar ejercicio físico se vio en relación a diferentes tipos de adicciones. En un metaanálisis de 59 estudios que incluía pacientes con diagnóstico por trastorno de consumo de alcohol u otras sustancias, se vieron diferencias significativas en la calidad de vida (p<0,00001), en la ansiedad (p=0,004) y en el estrés ( p=0,006), determinándose que según la evidencia disponible, el ejercicio físico, tanto los programas cuerpo-mente, como los de aptitud física, pueden ser efectivos para mejorar los trastornos mentales, la ansiedad y la calidad de vida en pacientes dependientes de drogas (4).


Otro estudio demuestra los efectos de los ejercicios mente-cuerpo (secuencias de actividades de intensidad baja a media) durante 60 minutos al día, 5 veces a la semana durante 3 meses; aplicados a pacientes con diagnóstico de trastorno por abuso de sustancias, se observó diferencias significativas con el grupo control, respecto a la capacidad vital ( p>0,05), la flexibilidad (p>0,01) y la resistencia aeróbica (p<0,01) (5). Otro metaanálisis valoró el efecto del ejercicio en personas con trastorno por consumo de alcohol, que incluyó 21 estudios y 1204 personas, donde el ejercicio redujo significativamente los síntomas depresivos (p=0,006) y la aptitud física (p=0,01) (6).


En otra revisión sistemática para estudiar el efecto del ejercicio en personas con trastorno por consumo de alcohol, se obtuvieron diferencias significativas en la aptitud física (valorada con el consumo de oxígeno) y en la frecuencia cardíaca máxima (p>0,05), así como en la calidad de vida y en particular, los ejercicios aeróbicos ayudaron con los síntomas de depresión y ansiedad (7).


Ya este estudio destaca el impacto del ejercicio aeróbico en el deseo de consumir alcohol, donde se incluyeron 117 adultos con trastorno por consumo de alcohol, valorándose el deseo antes y después del ejercicio, observándose una reducción entre el pre y post ejercicio (p>0,001) y con un 40% que manifestó reducciones significativas en el deseo de fumar, siendo el grupo de personas con mayor deseo y menor capacidad cardiorrespiratoria, las que más probabilidades tendrían de beneficiarse (8).  


La recuperación cardiovascular basada en ejercicios luego de sufrir algún tipo de enfermedad coronaria (infarto de miocardio, angina de pecho, etc.) también tiene un impacto directo en la recuperación, tal y como lo demuestra un metaanálisis de estudios que comparan grupos con y sin ejercicios físicos, analizándose 85 estudios con 23.430 pacientes, en el cual se asoció la realización de ejercicio con la reducción significativa de la mortalidad cardiovascular a los 12 meses, el número de hospitalizaciones y el infarto de miocardio, así como la calidad de vida y la relación costo-efectividad de la rehabilitación, basadas en ejercicios (9). Otro estudio valora los efectos del entrenamiento en intervalos de máxima intensidad (MIIT) y el de intervalos de alta intensidad (HIIT) en pacientes que tuvieron un infarto de miocardio con riesgo cardíaco bajo y moderada rehabilitación cardíaca, obteniéndose diferencias significativas en el grupo MIIT (p>0,005), bien como en las escalas de bienestar físico y emocional de MacNew (p<0,05) (10). 


Sin embargo, es importante y fundamental recordar que, así como el cuerpo se ejercita de diversas maneras, el Alma también requiere de cuidados amorosos,

donde el esfuerzo, la persistencia y la tolerancia a la frustración serán herramientas fundamentales para conseguir los beneficios, tanto físicos como espirituales, permitiéndonos no solo mejorar y mantener nuestra calidad de vida, sino acercarnos aún más a los valores morales y de caridad que nuestro maestro Jesús nos quiso transmitir. Y así nos los transmite André Luiz en el libro Estudie y viva, de Chico Xavier y Waldo Vieira (11).: 


“…Si hay deportes que ayudan al cuerpo, hay deportes que ayudan al alma… 

La marcha del deber debidamente cumplida. 

La camiseta sin mangas en el trabajo. 

El ejercicio de la devoción al estudio. 

El salto del esfuerzo, por encima de los obstáculos. 

El maratón de las buenas obras. 

El torneo de la bondad. 

La inmersión en el silencio, ante la herida. 

El nado de la paciencia en tiempos difíciles. 

La gimnasia de la tolerancia ante las ofensas. 

El vuelo del pensamiento a esferas superiores. 

La demostración de la resistencia moral en las pruebas de cada día...” 

 

Por lo tanto, ¿cómo podemos llegar al equilibrio, donde el ejercicio físico se convierta en una parte integral, tanto del cuidado personal holístico, bien como una forma de pasarlo bien? 

Sabemos que durante el ejercicio físico se liberan diversas sustancias como: 


  • Endorfinas: nos hacen sentir más felices. Tras el ejercicio, se experimentan sensaciones de euforia, analgesia y sedación. Este último permite soportar periodos prolongados de estrés y dolor. 

  • Oxitocina: hormona que afecta al deseo sexual y al placer. Actúa como neuromodulador en el sistema nervioso central, modulando comportamientos sociales, la conducta parental, vínculos personales y el estado de ánimo. 

  • Dopamina: responsable de sentimientos como el amor, la lujuria y las adicciones. Por eso se dice que es la mediadora del placer. Además, entre sus funciones está la de regular y controlar situaciones de estrés, de ira, miedo, la atención y los reflejos. La actividad física y el control de la motivación provoca niveles adecuados de esta hormona. 

  • Serotonina: neurotransmisor que se produce en las neuronas de los núcleos dorsales del rafe. Estas neuronas inervan la corteza y las estructuras subcorticales encargadas de regular comportamientos sensorio-motores, cognición, estados de ánimo y de respuesta al dolor.  Afecta al sueño, al humor, a la sexualidad, al control de la ira y al estado de ánimo en general. 

 

Estas 4 hormonas y neurotransmisores son llamadas “el cuarteto de la felicidad” (12). 

Pero, ¿puede el Espiritismo, desde sus enseñanzas, orientarnos a encontrar ese equilibrio tan deseado entre la práctica habitual del ejercicio físico y los deseos obtenidos tras realizarlos, sin llegar a la obsesión o al sobre-entrenamiento? 

Chico Xavier en Passos da Vida, Capítulo 17, nos dice (13): 

Para garantizar la salud y el equilibrio, prométeme:  

I — Ponte bajo los designios de Dios, cada día, a través de la oración y mantén la conciencia tranquila, protegiéndote contra las ideas de culpa. 

II — Da lo mejor de ti en todo lo que hagas. 

IX — Olvida los motivos de queja, cualesquiera que sean. 

X — Vive trabajando y estudiando, actuando y construyendo, de tal manera, en el propio pulido y corrección… 

 

Nos acerca al trabajo sin culpa, en constante oración y reconociendo que, en ese cuidado personal, damos lo mejor de nosotros; permitiéndonos llegar a ese anhelado equilibrio físico y mental, obteniendo todos los beneficios de un ejercicio físico adecuado para cada uno de nosotros. 


Equilibrio que Emmanuel, en Fe, Paz y Amor (14) nos recuerda de nuevo, que es la clave para que el cuerpo sea el medio de manifestación del Alma


… Recordando nuestro deber de apoyar el cuerpo y el espíritu, busquemos la armonía como base de la seguridad. 

Ni siquiera una mesa lujosa. 

Ni siquiera un plato vacío. 

No exceso. 

No hay escasez. 

No demasiada vigilancia. 

Ni descanso constante. 

Ni prodigalidad. 

Ni siquiera tacañería. 

 … Ayudar al cuerpo para que el cuerpo exprese el alma e iluminar el Alma para que ésta se renueve y se santifique, es el camino hacia el equilibrio esencial para la evolución…” 


Además, Joanna de Angelis en Encuentro con la Paz y la Salud (15), capítulo 7, nos dice: 

“… Mediante ejercicios mentales y físicos, es posible vivir con alegría y bienestar, disfrutando de los placeres y alcanzando la felicidad a medida que se produce la liberación de las circunstancias perversas del estrés, de las aspiraciones ambiguas y de los sentimientos de insatisfacción e intolerancia. 


Es indispensable, en tal sentido, un entrenamiento para el control de los sentimientos controvertidos, generador de hábitos agradables y de apaciguamiento interior de las ambiciones carentes de sentido psicológico superior. 

El ser humano está destinado a la felicidad, sin dudas, y avanza rumbo a la autorrealización mediante placeres y satisfacciones que complementan la existencia…” 

 

Así en el equilibrio de la mente, cuerpo y Espíritu, en el autodescubrimiento, en la reforma íntima, practicadas de forma habitual, podremos alcanzar esa Iluminación interior

 

 

 Referencias consultadas: 

  1. Austin PD, Lee W, Costa DS, Ritchie A, Lovell MR. Efficacy of aerobic and resistance exercises on cancer pain: A meta-analysis of randomised controlled trials. Heliyon. 2024 Apr 6;10(7): e29193.  

  2. Ficarra S, Thomas E, Bianco A, Gentile A, Thaller P, Grassadonio F, Papakonstantinou S, Schulz T, Olson N, Martin A, Wagner C, Nordström A, Hofmann H. Impact of exercise interventions on physical fitness in breast cancer patients and survivors: a systematic review. Breast Cancer. 2022 May;29(3):402-418.  

  3. Correia, Inês Ramos et al. Effects of home-based exercise programs on physical fitness in cancer patients undergoing active treatment: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Journal of Science and Medicine in Sport, Volume 26, Issue 4, 222 – 231. 

  4. Giménez-Meseguer J, Tortosa-Martínez J, Cortell-Tormo JM. The Benefits of Physical Exercise on Mental Disorders and Quality of Life in Substance Use Disorders Patients. Systematic Review and Meta-Analysis. Int J Environ Res Public Health. 2020 May 23;17(10):3680. 

  5. Zhu D, Jiang M, Xu D, Schöllhorn WI. Long-Term Effects of Mind-Body Exercises on the Physical Fitness and Quality of Life of Individuals With Substance Use Disorder-A Randomized Trial. Front Psychiatry. 2020 Dec 18; 11:528373. 

  6. Hallgren M, Vancampfort D, Giesen ES, Lundin A, Stubbs B. Exercise as treatment for alcohol use disorders: systematic review and meta-analysis. Br J Sports Med. 2017 Jul; 51(14):1058-1064.  

  7. Gür F, Can Gür G. Is Exercise a Useful Intervention in the Treatment of Alcohol Use Disorder? Systematic Review and Meta-Analysis. Am J Health Promot. 2020 Jun; 34(5):520-537.  

  8. Hallgren M, Herring MP, Vancampfort D, Hoang MT, Andersson V, Andreasson S, Abrantes AM. Changes in craving following acute aerobic exercise in adults with alcohol use disorder. J Psychiatr Res. 2021 Oct; 142:243-249. 

  9. Dibben GO, Faulkner J, Oldridge N, Rees K, Thompson DR, Zwisler AD, Taylor RS. Exercise-based cardiac rehabilitation for coronary heart disease: a meta-analysis. Eur Heart J. 2023 Feb 7;44(6):452-469.  

  10. Nam H, Jeon HE, Kim WH, Joa KL, Lee H. Effect of maximal-intensity and high-intensity interval training on exercise capacity and quality of life in patients with acute myocardial infarction: a randomized controlled trial. Eur J Phys Rehabil Med. 2024 Feb; 60(1): E04-112.  

  11. Francisco Cándido Xavier, Waldo Vieira, espíritu Emmanuel. Estude e viva. FEB Editora. 1er edición 1965. 

  12. Breuning, L. (2012). Meet Your Happy Chemicals. Inner Mammal Institute. 

  13. Francisco Cándido Xavier. Passos da vida, capítulo 17. Editorial IDE 

  14. Francisco Cándido Xavier, espíritu Emmanuel. Fe, Paz y Amor, capítulo 3. Editorial GEEM. 

  15. Divaldo Franco, espíritu Joanna de Ángelis. Encuentro con la Paz y la Salud, capitulo 7. Editorial LEAL. 2015.

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