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Ciencia y Salud

Depresión: Asunto serio

 

Giovana Campos (Asociación Médico Espírita de Brasil)

Traducción: Gilda Aguilera





Según datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2009; en los próximos 20 años, la depresión será una de las dolencias más común entre las personas, superando a las del cáncer y dolencias cardíacas. También, afirma, que ésta será la enfermedad que genere más gastos económicos y sociales a los gobiernos, debido a los costes sanitarios y bajas laborales de las personas.


Es un hecho recurrente en clínicas psiquiátricas y psicológicas. La depresión parece estar, cada vez, más presente entre la población. Sin diferencia de sexo, edad o nivel cultural. Pero, ¿Qué le ocurre a la persona para llegar a este estado? Este problema fue abordado por el médico psiquiatra Dr. Flavio Braun Fiorda. Presidente de la Asociación Médico-Espírita de Santos (AME-Santos) en el último Medneps, realizado en Belo Horizonte (MG).



¿Qué podemos entender por depresión? ¿Cómo se diferencia la depresión y la tristeza profunda?

La depresión es un trastorno del humor caracterizado por la lentitud de los procesos psíquicos, humor depresivo y/o irritable, muchas veces asociados a la ansiedad y a la angustia. La persona presenta una reducción de energía, llegando, fácilmente, al cansancio y al desánimo. También puede sentir anhedonia, que es una incapacidad total o parcial de sentir alegría y/o placer, o desinterés por cosas que anteriormente le solían motivar, dificultad para la concentración y pensamientos negativos.


Esto puede conducirle a un perjuicio en su capacidad de crítica y a un estado mórbido. Luego, la gravedad y frecuencia de los síntomas, varían mucho de un deprimido a otro, pudiendo ser intermitente o predominar la lentitud física o mental, con inhibición y ansiedad. Hay casos en que la persona presenta alucinaciones, delirios y/o confusión mental, en el caso de depresión psicótica. (1)

La tristeza, generalmente, es pasajera, ésta puede venir por una situación externa, como el fallecimiento de un ser querido, la pérdida significativa de un empleo, o  posición social o el aburrimiento por una vida monótona.

Esas situaciones, comunes en todos nosotros, pueden ser bien trabajadas y llegar, apenas, a un nivel pasajero. Pero, si el individuo le da una importancia exagerada, puede volverse más susceptible a tener una  depresión.

Algunas personas se enfrentan a un período como una depresión ¿Cómo diferenciar?

Hoy es más común que las personas se declaren deprimidas. ¿La depresión está aumentando entre la población?

¿Qué puede desencadenar la depresión?

Algunas condiciones de vida como el estrés puede desencadenar una tendencia natural, psicológica y/o biológica para la depresión. En  algunas personas, aparece cuando todo está bien.

Con el consumo excesivo de alcohol o drogas, algunas veces, puede desencadenarse una depresión. Pero en cuanto esos hábitos son interrumpidos, la depresión puede desaparecer.


En nuestro cerebro existen mensajeros químicos llamados neurotransmisores. Los dos mensajeros principales son la serotonina y la norepinefrina. Los niveles de éstos aumentan o disminuyen cuando cambiamos nuestras  emociones. Cuando los neurotransmisores se encuentran equilibrados, sentimos la emoción que corresponde en cada momento. Pero cuando la persona está deprimida, los mensajeros químicos no lo  están;  eso significa que la persona puede sentir tristeza, cuando debería estar alegre.


Aun así, no está claro por qué ocurre esto en algunas personas y en otras no. Pero sí parece ser que la depresión ocurre en ciertas familias. Algunas dolencias como la esclerosis múltiple, problemas neurológicos, o derrames, pueden causar alteraciones cerebrales que conduce a la depresión. Otras enfermedades muy dolorosas también pueden desencadenarla, porque cambia la vida de las personas.


Los niveles hormonales, en el caso de que haya un desequilibrio, también pueden contribuir al desarrollo de una depresión. Por ejemplo: una persona con problemas de tiroides, puede manifestar dicho cuadro.


¿Cuál es la eficacia de los tratamientos clínicos y psicoterapéuticos?

¿Como entender la depresión desde el punto de vista espiritual?

¿Los procesos obsesivos y/o auto-obsesivos pueden agravar esos cuadros?

¿Hay investigaciones que relacionan la religiosidad y/o espiritualidad con la depresión?

¿Cómo ayuda la terapéutica complementaria espírita,  en esos  casos?

¿Cómo orientar a los  familiares?


Referencias:

  1. LOUZA NETO, M, MOTTA, T [et al] (Org). Psiquiatría básica. 1ª Ed. Porto Alegre: Artes Médicas, 1995.
  2. World  Federation for Mental Health. DEPRESSION: What You Know Can Help You. Disponible en <http://www.wfmh.org/2010DOCS/DEPRESSION%20AWARENESS%20PACKET%20ENGLISH%202010.pdf>. Acceso en: 15 mayo 2011.
  3. Depressão, Revista Veja, São Paulo, Janeiro de 2009. Disponible en <http://veja.abril.com.br/idade/exclusivo/perguntas_respostas/depressao/sintomas-diagnostico-tratamento-doenca.shtml >. Acceso en: 10 mayo 2011.
  4. XAVIER, FC (dictado por el  espírito Emmanuel). Pensamento e vida. 1ª ed. Rio de Janeiro: FEB, 1958.
  5. XAVIER, FC (dictado por el  espírito Emmanuel). Justiça divina. 1ª ed. Rio de Janeiro: FEB, 1961.

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