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Allan Kardec y la Psicología

 

Jordi Santandreu



El profesor Rivail era un hombre escéptico, acostumbrado a analizar bajo la lupa de la razón el contenido gramatical de la lengua francesa. Con ese afán publicó diversas obras, escudriñando cada coma, cada acento, con el fin de coronar el trabajo con la mayor rigurosidad posible. ¡Era muy exigente y meticuloso!


El mismo empeño colocó en sus investigaciones en torno a la pedagogía, campo en el que cosechó elogios y múltiples reconocimientos. ¡Se había formado con el gran Enrique Pestalozzi, el padre de la Pedagogía! 


Lo mismo hizo con la aritmética y la geometría, ciencias que si destacan por algo es por su exactitud. Y, por si fuera poco, le contrataron para dirigir las carreras de Fisiología, Astronomía, Física y Química, en el Liceo Diplomático de París. 


Según Henri Sousse, Rivail era además doctor en medicina, y hablaba inglés, alemán, italiano, holandés y español. ¿Os imagináis a Kardec hablando español?


Así se entiende que, cuando Fortier le advirtió del extraño fenómeno de unas mesas que giraban y hablaban, Rivail le mirara de soslayo temiendo que el entusiasmo ciego le hubiera enturbiado el juicio. 


“Te creeré cuando me demuestres que las mesas tienen cerebro para pensar y nervios para sentir. Hasta entonces, amigo, nada más veo que una buena historia para dormir.”

Fue a principios de 1855 cuando encontró a su viejo amigo Carlotti que, con su tono apasionado le habló de los Espíritus. ¡Se le erizó la piel! Rivail pensó que sería interesante investigar. En poco tiempo conoció a muchas personas vinculadas a este nuevo mundo de los fenómenos paranormales, entre ellas, la señora Plainemaison, que le invitó a su casa para asistir a una sesión mediúmnica con un carácter más serio. Allí, las evidencias no dejaron lugar a ninguna duda:

Un psiquismo incorpóreo expresaba sus angustias, sus anhelos y sus peripecias en el mundo invisible para los ojos de los comunes.

Una conciencia no local, como diría el Dr. Manel Sans.

La familia Boudin también le abrió las puertas de su hogar, situado en la calle Rochechouart, donde el profesor comenzó sus pesquisas utilizando el método experimental. Observaba atentamente, comparaba, deducía consecuencias, buscaba remontar a las causas por deducción, por el encadenamiento lógico de los hechos. 


Detrás de un efecto inteligente solo puede existir una causa inteligente. ¡Más claro el agua!


Espiritismo y Psicología: dos ciencias hermanadas


Si definimos la ciencia de la Psicología como aquella que estudia la mente y el comportamiento humano, Rivail actuó con total legitimidad como psicólogo cuando analizó el origen y las características de esas manifestaciones, que no eran sino las almas de los hombres y de las mujeres que habían emigrado al país del más allá, cuando exploró la pluralidad de los mundos habitados y las leyes que rigen la naturaleza moral del ser humano.


¡Renació el druida de la Edad de Hierro!


Tomó los cuadernos y se puso a escribir. Y no se detuvo hasta su último suspiro el 31 de marzo de 1869.


“Hasta entonces, las sesiones en la casa del Sr. Baudin no tenían ningún fin determinado; ahí me propuse - escribió - resolver los problemas que me interesaban desde el punto de vista de la filosofía, de la psicología y de la naturaleza del mundo invisible.”




Animado por el éxito de la primera edición de El Libro de los Espíritus, que salió a la venta el 18 de abril de 1857, Kardec se propuso editar una revista mensual. El primer número salió a la venta unos meses más tarde, el día 1 de enero de 1858, con el título: Revista Espírita, periódico de estudios psicológicos (imagen).













¡Comenzaba la revolución! 


Una revolución espiritual, basada en el amor y en el trabajo.


Así pues, desde el primer minuto la psicología ha sido un instrumento en la formación y en el desarrollo de esta doctrina, que tanto amamos y tanto nos ofrece y, tras Kardec, numerosísimos testimonios se han pronunciado a favor del vínculo entre la mente, la conducta y el Espíritu. 


¡El objeto de estudio de una y otra ciencia al fin y al cabo es el mismo! 


El Espiritismo estudia los vínculos afectivos entre nosotros mortales, y entre aquellos que ya han muerto; estudia las leyes que determinan la felicidad y la desdicha, en particular las enfermedades que corrompen el alma. Nos enseña a gobernar los instintos y afinar la inteligencia. 


¡De lo mismo se encarga la Psicología!


Ambas comparten estrategias para la obtención de tales fines: 

  • El Estudio metódico de las leyes del pensamiento;

  • La terapéutica del diálogo fraterno a partir de argumentos racionales;

  • Afrontar lo que tememos;

  • La higiene de los hábitos cotidianos;

  • La introspección y el autoanálisis.


Ambas investigan y producen conocimiento: desde las Asociaciones Médico-Espíritas como la del GEEAK de Coimbra y la de su filial en Barcelona, ponemos toda la energía en aproximarnos al método científico, planteando investigaciones serias, como nos enseñó Kardec.


Es cierto que la Psicología Clínica tiende aún hoy a decantarse en favor del materialismo, rechazando la intromisión de variables espirituales que desordenen su cuerpo teórico bien organizado. En realidad, es un reflejo de lo que sucede en este organismo más amplio que es la sociedad contemporánea, secuestrada todavía por los valores materialistas. 

¡Pero las cosas están cambiando! 


Estamos acercándonos a un cambio de paradigma, representado en España por el doctor Manel Sans (foto a la derecha), la doctora Lujan Comas y el psicólogo Rafael Santandreu (ambos a la izquierda de la foto), que muchos conocemos.



Se intuye la regeneración, aunque todavía queden batallas muy duras que enfrentar y vivamos un momento cargado de incertidumbre.



La Psicología está abriéndose a la espiritualidad


Especialmente a partir de la década de 1990, han ido aumentando las publicaciones científicas que involucran estas dos dimensiones. Lo podemos ver en esta búsqueda en Scopus. 


Scopus es una base de datos de revistas científicas que reúne más de 24 mil, publicaciones, de más de 5000 editores de 140 países. Son revistas revisadas por pares de las áreas de ciencias, tecnología, medicina y ciencias sociales, incluyendo artes y humanidades.


Desde 1990 hasta nuestros días, el número de publicaciones que analizan el papel de la espiritualidad en la psicología ha aumentado a un ritmo acelerado, si bien notamos tres años (del 2020 al 2023) en los que hubo un descenso, coincidiendo con la pandemia del COVID-19. 


En la captura de pantalla que presentamos aquí, hemos buscado solamente dos términos: psicología y espiritualidad. Si hubiéramos buscado otras combinaciones, como religiosidad y salud mental, espiritualidad y salud, por ejemplo, todavía sería mayor el número de referencias encontradas. 


Son artículos con repercusiones mediáticas muy limitadas, pero existen numerosos investigadores que han destacado y destacan todavía tanto en el panorama académico como en los foros más generales. 


Citemos a algunos de ellos:


El Dr. Ian Stevenson, psiquiatra y profesor en la Universidad de Virginia; el cardiólogo neerlandés Dr. Pim van Lommel; el Dr. Peter Fenwick, neuropsiquiatra y neurofisiólogo, profesor del King’s College de Londres; la Dra. Penny Sartori, especialista en cuidados intensivos; el Dr. Sam Parnia, profesor asistente de medicina de cuidados críticos en la Universidad Estatal de Nueva York; el Dr. Bruce Greyson, profesor de psiquiatría de la Universidad de Virginia; y el Dr. Eben Alexander, neurocirujano y profesor en la Escuela de Medicina de Harvard, autor del best-seller La prueba del cielo (Booket, 2015), en el que describe su propia ECM ocurrida en 2008. Todos ellos cuentan con publicaciones de gran impacto en esta rama del saber científico. 


No podemos olvidarnos de la brillantísima Dra. Elisabeth Kubler-Ross, autora de, entre otras importantísimas obras para el análisis del duelo, La muerte, un amanecer (Luciérnaga, 2024).


En España también contamos con numerosos investigadores de renombre. Recientemente, el Dr. Manel Sans está ejerciendo una labor intensa con numerosas apariciones en medios de comunicación y en redes sociales. En 2024 publicó La supraconciencia existe: vida después de la vida (Planeta, 2024), que ya va por la séptima edición. El prólogo corre a cargo del prestigioso doctor y conferenciante Mario Alonso Puig. 


La Dra. Luján Comas, coautora de ¿Existe la muerte? (Plataforma Editorial, 2020) y el doctor en Ciencias Económicas Xavier Melo, que vivió una ECM a los veintitrés años, son los directores de la Fundación Icloby. Desde esta plataforma promueven la investigación y el desarrollo de conocimiento en torno a la vida más allá de la muerte.


Nuestra compañera, la Dra. Esther Garrido, especialista en anestesiología y miembro de la AME de Geeak de Barcelona, participa en el programa nacional de investigación de las ECM, asunto sobre el que ha dado ya varias conferencias, sin ir más lejos, en el Congreso Médico-Espírita que organizamos en febrero de este año 2024. 


Podríamos hablar también de la neurociencia del bienestar y de Nazareth Castellanos, con estudios publicados en torno a la contrastada influencia de la oración y la meditación en la salud física y la longevidad. Pero eso lo dejaré a mi compañera Romina Romero, doctora especialista en microbiología y miembro de la AME del Geeak de Barcelona. 


¡Los nuevos tiempos están llegando!


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